INTERESANTE ARTICULO DE LEIRE PAJIN

Una prueba más de que aun vivimos en un país machista


Un nuevo acierto de la Ministra de Defensa


Como cada mañana comienzo el día con el repaso a la prensa y como muchos de vosotros con un café que nos despeje para las noticias que nos esperan. Pero esta mañana no salía de mi asombro cuando en un día especialmente trágico para la paz, y coincidiendo con la celebración de la Pascua Militar en nuestro país, me daba de bruces una vez más con la frivolidad que profesan algunos medios cuando se trata de informar del trabajo de las mujeres en política, como ha ocurrido hoy con la Ministra de Defensa.

El discurso de la ministra estaba lleno de contenido noticiable, por su novedad y por su relevancia, aún más en el contexto de la actualidad política que nos acompaña. Por tanto no cabe excusa alguna para referirse a este acto en los términos que algunos medios lo han hecho, dando preeminencia con un tono claramente sexista a la indumentaria de la Ministra frente al sentido de su comparecencia. ¿Alguien recuerda algún artículo de prensa sobre la indumentaria de algún ministro de defensa que terminara eclipsando sus palabras?, ¿Se consulto alguna vez a algún experto en protocolo para que valorara la vestimenta de los ministros que la precedieron?... Sencillamente insólito y tristemente lamentable.

Unas palabras que daban cuenta de los nuevos objetivos de nuestra defensa en el marco del respeto a los derechos humanos como base del nuevo código de conducta militar por el que se regirán de nuestras Fuerzas Armadas. Un código que según la Ministra se basará “en dos principios de máxima actualidad, el principio de distinción entre combatientes y población civil, así como entre objetivos militares e instalaciones civiles, y el principio de limitación, con la exclusión del uso de determinadas armas y técnicas que repugnan a la conciencia moderna”. Algo absolutamente coherente con la política de este Gobierno en su defensa de los derechos humanos y que se demuestra también en decisiones como la reciente prohibición de las bombas de racimo que ya aprobó la Ministra de Defensa.

Un código que servirá también para interpretar también las órdenes de los superiores y las reglas de enfrentamiento en las operaciones en las que participen militares españoles, prohibiendo expresamente cualquier forma de maltrato o vejación a detenidos o prisioneros y obligando a proteger especialmente a los colectivos más indefensos en los conflictos como son las mujeres y los niños, las principales víctimas de algunas acciones de guerra como son también la prostitución forzada o las violaciones.

En concreto creo que la mayoría de los españoles estarán aún más orgullosos de tener unas fuerzas armadas (reconociendo que hoy en día ya son una de las instituciones mejor valoradas) que se sometan a un código ético acorde con el siglo XXI y con las exigencias de respeto a los derechos humanos que la sociedad española defiende por convicción.

Reconforta saber que los ciudadanos sí tienen un criterio propio y que se corresponde con los valores de una sociedad moderna, abierta y de respeto a la igualdad. Un criterio que por cierto, a tenor las encuestas que valoran la gestión del gobierno, tiene muy en cuenta la brillante gestión que está haciendo la primera mujer Ministra de Defensa de nuestro país: Carme Chacón