domingo, 26 de octubre de 2008

«La gastronomía y la música hacen buenas migas»



A Pedro Guillermo le gusta acompañar los postres con música. Así que si un día usted acude a su restaurante de Mazarrón (calle Carmen, 7), no se sorprenda si al final de la comida este hostelero con alma de artista aparece por el comedor con su guitarra colgada del cuello y le deleita con un bolero o una ranchera. Y es que este empresario hiperactivo, amante del mar, también lleva la voz cantante en la rondalla de Mazarrón, y su local ha sido un punto de referencia en la vida cultural de este pueblo costero y minero. Desde hace casi treinta años dirige el negocio que heredó de su abuelo, un largo camino en el que ha tenido el apoyo de su mujer, Amparo Sánchez, de su madre, Fina, y de sus colaboradoras más estrechas Juana Martínez e Isabel Sánchez. El 7 de noviembre recibirá el premio a la actividad empresarial de Mazarrón que otorga la Cámara de Comercio de Cartagena.


- ¿Qué recuerdos le vinieron a la cabeza cuando supo la concesión del premio?


- Muchos. Fue mi abuelo el que empezó. Compró una patente y puso en marcha una fábrica de gaseosas y sifones. Después mis padres abrieron la pensión, y yo continué el camino que ellos iniciaron, ampliando y mejorando el negocio. Desde luego, mis recuerdos de infancia no son de estar divirtiéndome en un campamento de verano. Han sido años de trabajo y más trabajo, porque cuesta mantener un negocio familiar a lo largo de tres generaciones. También recuerdo con cariño los primeros años de la romería de Bolnuevo, las actividades de la peña del Alboroque y las fiestas de Moros y Cristianos, de las que fui uno de sus impulsores.


- Teniendo en cuenta su larga experiencia en el sector, ¿ha cambiado mucho el turismo?


- En los años ochenta no se llevaba eso de tomarse unas minivacaciones cuando llegaba un puente festivo. Las auténticas vacaciones eran las de verano, cuando venían familias enteras para pasar 20 o 25 días de descanso. Era un turismo familiar, porque estos visitantes llegaban atraídos por sus raíces murcianas, ya que sus abuelos eran de estas tierras. Ahora eso ha cambiado. Las estancias en los hoteles no duran más de una semana, y ese turismo familiar casi ha desaparecido. Eso sí, en la actualidad, gozanos de mejores infraestructuras.


- Su restaurante también ocupa un lugar destacado en la vida cultural de Mazarrón.


- Organizamos catas de vino y ofrecemos el comedor para que pintores locales cuelguen sus cuadros. También es el punto de encuentro y ensayo de la rondalla de Mazarrón. Pretendo seguir la estela de las tertulias de guitarra que organizaba mi padre. Ya a principios de los años sesenta, el hostal era un punto de reunión donde se contaban historia y se cantaban las coplas de la época.


- Oiga, pero entre los fogones y la guitarra, ¿qué le sale mejor: el arroz con boquerones o La Parranda?


- Me considero un artista frustrado. A punto estuve de irme de turné con un grupo de teatro. Yo también podía haber dicho aquello de 'mamá, quiero ser artista'. Pero mi madre me dijo: 'Hijo, se cocinero'. Y ahí sigo. Eso sí, la gastronomía y la música hacen buenas migas. El mejor colofón a una buena comida lo pone una habanera, un bolero o una ranchera, dependiendo del momento y de la compañía.


- Pues entonces, díganos un plato que debamos degustar si visitamos Mazarrón.


- La melva en cazuela empaná.


- Y ya para hacer la digestión, ¿un lugar que no hay que perderse?


- Cala Cerrada y La Azohía. También, el barranco de Algezares.


- Como cocinero, en su haber tiene algún que otro récord. ¿Para cuánta gente ha llegado a cocinar?


- Para 5.000 comensales. Fue una olla gitana con motivo de la romería de Bolnuevo.


- ¿Y qué piensa de la cocina de vanguardia que tanta polémica levanta últimamente?


- Pues que hay cocineros como Ferrán Adriá que son artistas de los fogones. Algunos de sus platos son genialidades.


- Cuando le dejan los fogones, ¿dónde se pierde?- El mar es una de mis pasiones. Disfruto saliendo a pescar; y el pescado que capturamos me gusta compartirlo en una comida con amigos. También tengo un huerto; ése es mi gimnasio



Enhorabuena compañero , para leer el articulo de publicado en "La Verdad" pinchar aquí

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